Xalapa, Ver . – La mañana de este miércoles 04 de enero la ex magistrada del extinto Tribunal Estatal de Justicia Administrativa de Veracruz (TEJAV), Luisa Samaniego Ramírez, envió al Congreso del Estado su carta renuncia como magistrada, esto después de la controversia suscitada tras la extinción del TEJAV al que pertenecía, para crear el TRIJAEV y eficientar los pobre resultados que se venían dando con anterior Tribunal, donde las quejas de los ciudadanos por retrasos y actos de corrupción eran por miles.
Por lo que en reconocimiento al nuevo Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Veracruz (TRIJAEV) y sus magistraturas, ha trascendido la renuncia de Luisa Samaniego Ramírez, como magistrada del extinto TEJAV.
Esto pondría en jaque las intenciones de Roberto Alejandro Pérez Gutiérrez, ex magistrado presidente del tribunal que se extinguió gracias a su nulo resultado de justicia para los veracruzanos y evidentes actos de corrupción al frente de dicho Tribunal.
La controversia constitucional que habría interpuesto el ex funcionario ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), no sería sino de su único interés por mantener poder personal, y no faltará quien secunde a la ex magistrada Samaniego Ramírez.
Al interior del nuevo TRIJAEV, se dice que se van acomodando las cosas, las y los nuevos magistrados están trabajando, tomando conocimiento del enorme rezago de trámites heredados, de los que miles de veracruzanos esperan justicia a sus demandas.
Ex magistrados Yunistas NO regresan al extinto TEJAV!!!
Los ex magistrados Yunistas del extinto TEJAV no regresaron a tomar las instalaciones de dicho tribunal que se encontraba ubicado en la “Torre Olmo” en la ciudad de Xalapa, tal cual lo habían expresado a ladridos a través de sus redes sociales la noche del pasado martes.
Este miércoles 04 de enero la “Torre Olmo” fue resguardada por elementos de la SSP y al ver esto los Yunistas pusieron tierra de por medio, no se presentaron y se dedicaron a seguir ladrando en las redes sociales y medios de comunicación al ver que no podrían volver a sentarse en sus cómodos sillones del extinto TEJAV (que habían convertido en su mina de oro)
